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Más de 30 años demostrando sus aciertos
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Es la imagen de quien pose el conocimiento y puede transmitirlo, y en los sueños se presenta a menudo como un anciano de cuya presencia ya se desprende que su origen se centra en lo más íntimo y cercano a nuestra propia alma.
Son sueños que no requieren traducción, pues el mensaje que encierran es directo y siempre benéfico, a pesar de que a veces puede parecer inquietante o molesto; pero es que no siempre estamos dispuestos a aceptar los profundos consejos que nos llegan en estos sueños, pues la verdad no siempre es agradable.
Que uno ve: será atacado por enemigos.
Que uno lleva: exhortación a la prudencia, porque un tercero está dispuesto a la violencia.
Con el que uno atraviesa de una estocada a otros: caerá en una situación difícil.
Con el que se es amenazado o alcanzado: triunfará de un adversario.
Que uno ve: larga vida.
Ver varios sacerdotes: todo será revelado.
De un monasterio: la honestidad es decisiva en la vida.
Sueño de vigor sexual, se interpreta de acuerdo con el estado del saco.
Vacío, que uno ve: penuria y privaciones de toda clase.
Lleno: ganancia o éxito dudoso.
Vacío, que uno carga o lleva: trabajo o esfuerzo perdido.
Que se abre y se vacía durante el transporte: fracasará cerca ya del objetivo.
Que uno pierde: fracaso en un asunto o negocio en el que el éxito era de todas maneras incierto.
En el que uno mete la mano sin mirar, o del que quiere sacar algo y encuentra algo distinto de lo que esperaba: decepción o fracaso inesperado.
Que uno hace: será apreciado.
Ver un cepillo para las ofrendas: recuerda que todo lo terrestre es efímero.
Introducir una ofrenda en un cepillo: en la desgracia, encontrará un amigo.
Pasar al lado de un cepillo para ofrendas sin advertirlo: soledad y abandono.
Esta distinción particular libera de la tristeza y de las preocupaciones.
Ver la Sagrada Cena: felicidad y honor.
Tomar parte uno mismo: liberación de las tristezas y los problemas.
Tema original de la sal como elemento vital y base de la salud; es siempre malo carecer de ella.
Que uno ve: buen presagio para un proyecto o una iniciativa.
Que uno utiliza: un acontecimiento prestará nuevo encanto a una vieja costumbre.
Que uno derrama: contrariedades o mala suerte pasajeras.
Se está solo; uno quisiera sin embargo estar acompañado; cuidarse de los parásitos.
Que uno ve: conocerá a muchas personas.
En la que uno se halla para divertirse o para un encuentro: se divertirá a costa de otros.
En la que se asiste a una reunión o algo similar: querellas y explicaciones con terceros.
Que uno ve: desgracia.
Que uno abandona: decisión favorable en un asunto que ha sido la causa de muchas contrariedades.
Que uno ve: las relaciones con un grupo determinado de personas revestirán próximamente una importancia particular.
Un plato o comer un plato demasiado salado: se enamorará secretamente o será amado secretamente.
Que uno recibe: cosechará la ingratitud.
Que uno le paga a alguien: tendrá dificultades causadas por terceros.
Que uno ve o que come: conocerá a una persona encantadora, pero sin el menor valor interior.
En los sueños, el salmón es el equivalente acuático del JABALÍ, por lo que también significa el coraje y el valor que predominan por encima del mismo instinto de conservación; es decir, por encima de la propia vida.
Soñar que pescamos un salmón es una forma de acuciarnos para que saquemos de lo más profundo de nuestro ser el coraje y el valor necesario para lograr el éxito, ya que deberemos luchar con poderosos enemigos o competidores.
Si nos comemos al salmón, el sueño nos promete además la seguridad de dicho éxito.
Que uno ve: en los sueños de mujeres, preocupación por la vestimenta; en los sueños de hombres, prepararse a hacer gastos inútiles o que se salen de lo corriente para mujeres.
En el que uno trabaja: se está obligado a hacer el papel de cenicienta.
Los sueños de salpicaduras siempre son una advertencia para que seamos muy cuidadosos con lo que hacemos o decimos, pues existe el peligro de vernos mezclados en algún escándalo.
Que uno ve: evento feliz de corta duración.
Que uno captura vivo: venganza ejercida contra una persona sola e indefensa.
Que uno mata: le causará desventajas a alguien.
Saltar en sueños sólo es un buen presagio cuando se salta hacia arriba, o sea en los saltos de altura, ya sean simples o de pértiga, en cuyo caso indicarán nuestros esfuerzos por mejorar de posición, ya sea por nuestro propio esfuerzo o con ayuda de los demás (simbolizados por la pértiga).
Pero cuando el salto no es deportivo equivale a querer saltar obstáculos en la vida real con excesiva ligereza, lo que es una imprudencia.
La naturaleza de los obstáculos o peligros nos vendrá explicada por el nombre de lo que saltamos.
Si en sueños nos vemos obligados a saltar significa que nos veremos en una situación difícil, que deberemos superar pruebas que no estamos preparados para superarlas; pero cuyo resultado será bueno o malo según como finalice el salto soñado.
Si lo que soñamos es que debemos saltar pero no nos atrevemos a hacerlo, revela nuestro temor a cometer una imprudencia.
A una alta personalidad: anuncio de una visita agradable.
A una persona que uno no le gusta: anuncio de una visita desagradable.
Ser saludado por niños: acontecimiento feliz en la vida familiar.
Siempre muy importante: compensación de tensiones interiores y de depresiones.
Que uno adora: fe segura.
Que uno ve y oye hablar: alegría y bendición
Que uno alaba: felicidad y bendición en todo tiempo.
Los salvajes que aparecen en nuestros sueños simbolizan el lado inferior y regresivo de nuestra personalidad.
Son sueños que suelen presentarse en momentos en que parece que las cosas empiezan a mejorar, pero todavía nos hallamos en un situación transitoria no muy bien definida.
En el fondo revelan el temor a seguir adelante, el íntimo pensamiento de que quizá sería mejor no aventurarnos, lo que si bien puede parecer lo más seguro en realidad equivale a fracasar en la vida sin haber llegado a luchar de verdad para lograr el triunfo.
Se trata, pues, de una buena advertencia.
Sueño de angustia, disposición nerviosa patológica que incita a la prudencia.
A alguien: un mérito será recompensado con una distinción o una suma de dinero.
Ser salvado por alguien: alerta contra un peligro que amenaza, un accidente en particular.
Que uno ve: se recuperará de una gran decepción, de un fracaso o de una pérdida mucho más pronto de lo que piensa.
En el que uno se encuentra en calidad de paciente: chocará con fuertes obstáculos.
En el que ejerce actividades: la disposición mostrada o la prueba de que se está decidido a ayudar, serán recompensadas.
Como todos los frutos repletos de semillas, la sandía simboliza la fecundidad, ya sea la nuestra o la del proyecto que tenemos entre manos.
Significado muy diversos; a menudo, sentido sexual.
Ver sangre: se teme por una persona cercana.
Perder sangre: buen presagio.
Escupirla: enfermedad, mal presagio.
Muchas nuevas posibilidades, mejoramiento de la situación gracias al azar o a su tenacidad.
Que uno ve: mucho dinero.
Que uno oye croar: recibirá elogios.
Que uno tiene en la mano: ganancia.
Que uno mata: se perjudicará a sí mismo.
Que uno come: enfermedad.
Que uno ve vacía: decepción.
Al fuego durante la preparación de la comida: ganancia.
Que uno lava o limpia: se sentirá satisfecho de una empresa.
Que uno ve trabajando: trae a la memoria el dicho
Con quien uno trabaja: no sabe como resolver un asunto.
Hacerse vestidos: buen éxito, sobre todo en el amor.
Hacer vestidos para otros: un buen ajuar para uno o para los niños.
Que uno lo ve: se dejará arrastrar por la pasión a un acto irreflexivo.
Por el que se es amenazado o atacado: a consecuencia de un acto irreflexivo se verá mezclado en querellas.
Que uno ve: encontrará a una persona que no opondrá resistencia.
Ver o coger brotes de sauce: un nuevo conocido o conocida ha suscitado sentimientos más profundos.
Sauce llorón: una amiga le contará sus penas.
Que uno ve: advertencia contra los parloteos inútiles.
Que uno oye tocar: cuando conozca a nuevas personas o reciba su visita, conocerá toda la historia de sus vidas.
Que uno toca: no debería aburrir a otros con cosas sin interés, ni personales ni que conciernen a terceros.
La mayor parte del tiempo, hay una reacción física: se desea beber el elixir de la vida.
Tener sed: conoce a falsos amigos.
Aplacar su sed: felicidad.
No aplacar su sed: esfuerzo o pena inútil.
Sentir sed sin poder aplacarla: duelo e inquietud.
Aplacar su sed más de lo necesario: riqueza y prestigio.
Tener sed y encontrar una botella vacía: decepción en el amor.
Dar de beber a alguien que tiene sed: búsqueda del agradecimiento.
Negarse a dar de beber a alguien que tiene sed: será acosado por malos pensamientos.
Que uno ve: un medio o entorno agradable y holgado.
Que uno fabrica: tendrá muchos amigos que le visitarán de buen grado.
Ver seda artificial: felicidad sólo aparente.
Que uno ve: ante el hecho cumplido no queda sino aceptar lo inevitable.
Con el que se sella algo: llevará un asunto a buen fin.
Que uno ve; compra o pega: presagio de un nuevo conocido o conocida.
Del extranjero, que uno ve o que colecciona: conocerá a personas extranjeras.
Confusiones, eventualmente también anomalías del cerebro, sobre todo si se ve sobre la cabeza.
Encendido significa una gran tristeza.
Apagado significa alegría y felicidad.
Se teme que la recompensa de ciertos trabajos sean olvidadas.
Que uno pone en la tierra: un deseo no s realizará de inmediato.
Que uno ve en cierne: exhortación a mostrarse prudente y a tomar precauciones antes de lanzarse a un proyecto, so pena de fracasar.
Inclinarse sobre un campo sembrado: por descuido o deliberadamente causa la ruina de una bella esperanza que se había hecho.
Que uno ve ante sí: felicidad secreta o guardada en secreto respecto a terceros.
Por el que uno anda: sin tener en cuenta las opiniones ni las protestas de otros, uno sigue su propio camino.
Que uno pierde: caerá en una situación embarazosa.
Ancho: suerte.
Estrecho: suerte a medias solamente.
Ser un señor distinguido significa que tendrá que aguantar ofensas.
Como patrón: buenas entradas.
Significado exclusivamente sexual.
Ver unos bellos senos de mujer: sorpresa agradable.
De una bonita muchacha: los deseos más secretos van a realizarse.
Senos anormalmente grandes: presagio de holgura material.
Senos ajados: indica preocupaciones.
Tener senos anormalmente grandes: bienestar.
Ver a un niño en el seno de su madre: mucha felicidad en los asuntos privados y personales.
Tener uno un niño en su seno: nostalgia.
Arreglo de cuentas con uno mismo o con su entorno, según la persona que es juzgada o acusada; pueden ser también las dos cosas a la vez.
Que uno pronuncia: se equivoca en un asunto, es el otro quien tiene razón.
Que uno recibe: días agitados a consecuencia de una incertidumbre.
Que uno oye leer: no hay que ser injusto con nadie.
Que implica condena a muerte o cadena perpetua: vergüenza.
Símbolo original puramente sexual.
Que uno ve: alerta contra la astucia y la perfidia de una mujer.
Por la que se es mordido: tendrá dificultades causadas por la astucia y la perfidia de una mujer.
Símbolo sexual; no hay que dejarse envenenar por las seducciones.
Que uno ve: prudencia al escoger sus amigos.
Ver setas comestibles: tendrá amigos de poca apariencia, pero influyentes.
Venenosas: advertencia contra la perfidia de terceros.
Coger setas: encontrará la felicidad lejos del mundanal ruido.
Comer por descuido setas venenosas: alerta contra una gran desgracia.
Los sueños de relaciones carnales son muy frecuentes y la mayoría de las veces son el reflejo de necesidades reales no suficientemente satisfechas, especialmente cuando nuestra pareja onírica es la nuestra de la vida real o se trata de alguien desconocido; cuando dicha pareja es alguien conocido pero con el cual no es fácil que el sueño se haga realidad, nos delata nuestra atracción hacia la misma.
Pero otras veces los sueños sexuales adquieren connotaciones de una sexualidad particular y morbosa que no debe tomarse al pie de la letra, pues suele indicar el cansancio por una vida sexual monótona y los deseos de innovaciones en la misma; lo que sucede es que para hacer más perceptible dicha situación, el inconsciente nos muestra situaciones extremas.
Sólo en raras ocasiones el sueño revela apetencias que conscientemente no nos atrevemos -ni desearíamos- que salgan a la luz.
En realidad, lo malo de los sueños sexuales es cuando no se tienen nunca, lo que indicaría una falta de interés por dichos temas que, de no ser compensado por otros sueños de análogo significado, aconsejarían la consulta con nuestra propia conciencia o con un psicólogo.
Sueño únicamente sexual, a veces signo de perversiones.
Que uno ve: una separación será provechosa.
Que uno utiliza: se desembarazará de una persona inoportuna o se liberará de una situación que pesa.
Que uno ve utilizar a otros: sufrirá pérdidas debidas al hecho de que existen terceros que se hacen invisibles.
Dañada, que uno maneja sin lograr serrar: no conseguirá desembarazarse de una persona inoportuna o librarse de una situación incómoda.
Ver aserrín de madera: impudicia.
Que uno ve u oye: alerta contra un peligro.
Que uno utiliza: tiene temores acerca de una persona cercana.
Aquellos sueños que se acompañan de un silencio sobrecogedor y anormal indican un sentimiento de culpabilidad sobre el tema que en aquel momento se está desarrollando en el sueño; pero si en aquel instante nos hallamos rodeados de gente que nos observaba insistentemente, lo que el sueño nos revela que tememos es la indiferencia de los demás.
Que uno ve: reposo y distensión.
Sobre la que está sentado: anuncia un período de penas y esfuerzos no interrumpidos.
Larga enfermedad.
Que uno ve: promesa de reposo, de paz y de distensión.
En el que uno está sentado: hay que trabajar para triunfar.
Las sirenas son unos seres legendarios con busto de mujer y cuerpo de ave, y que situados en lugares escarpados seducían a los hombres con sus cantos y su belleza.
Posteriormente su mitad de ave, fue cambiada por una o dos colas de pez para acentuar su simbolismo pasional, y pasaron a morar en las islas rocosas y los arrecifes.
Si comparamos la vida a un viaje, como hemos hecho repetidas veces en la traducción de los sueños, las sirenas figuran las emboscadas que nos tienden los deseos y las pasiones, ya sean nacidas del aire (de la mente) o del agua (de la propia pasión), pero sea como sea, son creaciones del inconsciente, símbolos del deseo en su aspecto más doloroso, el que lleva a la autodestrucción, pues las sirenas no pueden satisfacer los anhelos que provocan su canto y su belleza debido a que la anormalidad de su cuerpo se inicia más arriba de por donde deberían satisfacer la pasión.
Cuando las sirenas aparecen en los sueños hay que hacer como Ulises: amarrarse fuertemente al mástil del navío, que es el eje del espíritu, y que es lo único que puede permitirnos huir de las ilusiones de una pasión imposible y nefasta.
Fuerte símbolo de energía; sin embargo, en las personas gravemente enfermas, soñar demasiado con el sol y la luz es un mal presagio.
Que uno ve salir dorado y radiante: un acontecimiento particularmente feliz.
Rojo, color de sangre: tendrá que sostener una dura lucha próximamente.
Que uno ve brillar en el cielo: buenos tiempos en todos los aspectos.
Rojo sangre: se anuncia un período difícil.
Que uno ve brillar en la habitación: horas felices en el hogar.
Reflejarse en el agua: felicidad ficticia, falso éxito o promesa vana.
Desaparecer tras las nubes: tristeza pasajera.
Desplazarse en el cielo a una velocidad anormal, o en los dos sentidos, o caer: futura catástrofe.
Incitación interior a organizarse en la vida y a someterse a una disciplina.
Que uno ve o con el que se tienen relaciones: en los sueños de mujeres, un amorío pasajero; en los sueños de hombres, se anuncian días agitados.
Ver muchos soldados formados: sorpresa alegre.
Verlos desfilar: cambio.
Verlos en ejercicios: disgustos con los superiores, la administración o personas de alta posición.
Verlos en la guerra: explicación violenta, querella y disensiones con terceros.
Sueño premonitorio en una situación incierta; se quisiera aclarar un asunto.
De objetos, que uno ve: sentirá ansiedad a causa de peligros que usted imagina.
Fresca, por la que uno camina o en la que se encuentra en tiempo de calor: anuncio de un acontecimiento que afectará gravemente.
En la que se está obligado a estar, cuando uno quisiera estar, en luz: un asunto oscuro se aclarará.
Ver su sombra: tristeza.
Ver juegos de sombra: será víctima de un engaño.
En general oculta lo que uno tiene efectivamente en la cabeza, y sobre todo cuando se piensa que los detalles no le interesan a nadie.
Que uno confecciona: algo extraordinario será reclamado.
Nuevo, que uno posee: suerte y ventajas.
Que uno se pone: se sentirá irritado.
Nuevo, que uno lleva: quiere gustar a alguien.
Que uno ve en la cabeza de otro: se volverá pretencioso.
Llevado por el viento: una ganancia se escapará.
Ver a una mujer perder su sombrero: perder su libertad.
Descubrirse: alegría y placer.
Tener un mal sombrero: caerá en una situación desagradable.
Ver un sombrero flotar en el agua: sabrá del suicidio de un conocido.
Llevar un sombrero de paja: es engañado en amor.
Llevar un bello sombrero: tomará buenas decisiones.
Tener un sombrero en la mano: se las arregla bien en la vida.
Que uno lleva: es engañado en amor.
Nuevo, que uno ve: pronto hará grandes planes.
Viejo: se resignará a abandonar un hermoso plan.
Que uno ve: exhortación a controlarse mejor.
Sobre el que uno está tendido: sufrirá un daño causado por su falta de seguridad, su indecisión, su precipitación o su falta de constancia.
Que uno toma: pondrá fin rápidamente a una relación o a un asunto o estará obligado a hacerlo.
Trastorno acústico que indica una sobre excitación de la cabeza o la posibilidad de una enfermedad.
Sonar una campana: un peligro serio amenaza.
Oír repicar: hay que temer una pérdida sensible.
Oír sonar el cristal: buenas noticias o una sorpresa agradable.
Cuando no le gusta a uno la sopa, simboliza la conciencia que se tiene de que hay que pagar los vidrios rotos.
Que uno ve, prepara o come: días exentos de preocupaciones.
Soplar un fuego para atizarlo expresa la esperanza de mantener viva la llama de un amor, un ideal o una amistad; mientras que soplar para apagarla denota, por el contrario, el deseo y la necesidad de terminar con una relación que se está haciendo insostenible.
En sueños la sordera indica el deseo de no oír; es por ello que si los sordos somos nosotros es que nos negamos a seguir los consejos que se nos dan, mientras que si el sordo es otra persona es ella quien rechaza nuestros consejos.
Serlo: se enterará de noticias.
Ver sordos: por haberse conducido con sagacidad, hará una ganancia.
Prudencia y reflexión profunda antes de contraer compromisos en los que no se cree mucho.
Que uno ve: adquirirá un compromiso hacia otra persona.
Que uno encuentra: se enamorará.
Que uno se pone en el dedo: alerta contra una calaverada que tiene la intención de hacer.
Que uno se quita del dedo: una calaverada tendrá malas consecuencias.
Que uno pierde: separación pasajera de una persona amada.
Que uno recibe de regalo: encontrará un buen amigo o camarada, o un anhelo amoroso se realizará.
Que uno regala a alguien: una amistad o una relación amorosa que uno deseaba, no se realizará.
Gozar en sueños de un estado de sosiego sumamente agradable revela un deseo de paz y tranquilidad; pero a veces, y a pesar de la belleza del paisaje que suele acompañarlo, nos asalta la impresión de que esconde una siniestra amenaza que poco a poco se va convirtiendo en tal angustia que llega a despertarnos.
En este caso el sueño revela un cierto desequilibrio de la personalidad, inseguridad, ansiedad y agotamiento nervioso.
Base de la casa; símbolo de las piernas y de las regiones inferiores del cuerpo.
Que uno ve: hará economías, ahorros.
Oscuras, en la que se está sentado: duelo, graves disgustos y fracasos.
Adonde se va a buscar carbón: paz en el hogar.
Símbolo de renovación; perspectiva de porvenir.
La escalera: chocará con el desdén.
La montaña: alcanzará sin duda un objetivo elevado.
Montar un caballo blanco: suerte y éxito.
Un caballo negro: éxito sin porvenir.
Que uno ve o con el que tiene relaciones: tendrá como amigo o como amante a alguien que querrá hacerse obedecer con la vara.
Siempre se trata de un mal sueño, excepto si logramos salir a la luz del sol y el ambiente del sueño es agradable, en cuyo caso puede augurar un período de prueba o dificultades antes de lograr una nueva y mejor situación; pero en caso contrario siempre denota que se está atravesando una situación de pesimismo y desconfianza en el porvenir y, en el peor de los casos, augura el fracaso de nuestras ambiciones.
Falta mucho por limpiar en la vida para que todo vaya bien.
Que uno ve: ganancia.
En la que busca algo que no encuentra: pondrá su situación en peligro por una empresa imprudente.
En la que encuentra dinero: cuidar que los ladrones no se apoderen de la cartera.
Que uno pisa significa disgustos.
Que ve pisar a otros: causará irritación a alguien sin quererlo.
Padre y madre: desgracia o perturbación del curso normal de la vida.
Soñar con las perturbaciones causadas por los suegros, pero que no se producen en la realidad: quiéralo o no, tendrá que ceder a los caprichos de una persona extraña.
Que uno ve o sobre el que corre: alegría y pena.
En el que se está acostado: invitación a cuidar de su salud.
En el que se está sentado: la situación se vuelve cada vez menos segura.
Es un sueño muy poco frecuente que suele revelar la necesidad de reformar o suprimir una zona de la propia personalidad, o la existencia de un serio pesimismo que equivale a condenarnos a la infidelidad.
Sea cual sea en cada caso la interpretación más adecuada de las dos, el sueño nos aconseja acudir cuanto antes al psicoanalista.
También es muy conveniente intentar recordar si también recientemente se ha soñado con la destrucción -casual o deliberada- de algún objeto con el que nos sentimos íntimamente identificados o hacia el cual sintamos un profundo afecto, lo que revelaría que, consciente o inconscientemente, el suicidio ronda por nuestra mente.
Tranquila y lisa, que uno ve: días exentos de preocupaciones.
Agitada: preocupaciones.
En la que uno se refleja: se engañará a sí mismo en un asunto o negocio.
Ver otros objetos reflejarse: ilusión o decepción.